Un solo estruendo
-relámpago que alumbra
la tierra arada-
Tarde y garúa,
en el terreno huellas
de un caminante.
Dos hojas secas
escapan de la hoguera
elevándose.
En la otra acera
ve demoler la casa
de sus ancestros.
Primeras gotas
-se graban las huellas
en el asfalto-
Al sereno...
alumbran la campiña
bichitos de luz.
Mis pies descalzos
entre el barro y la luna
dentro del charco.
En el rompiente,
vaivén de medusas
entre la espuma.
Rama flexible
cimbrada por el peso
de un nuevo enjambre.
La luna llena
suspendida en la rama
del duraznero.
Noche serena,
reposa hasta el silencio
entre las copas.
Se despereza
detrás de la ventana
un gato gordo.
Lilí Balladares
Ana Lilí Rodríguez Balladares
Gracias Lilí, tan sensible y auténtica, la belleza de sus haikus, sus distintos awares, hacen leer y releer, aguantando la respiración, para después decir -"Qué belleza"-...
ResponderEliminarUn abrazo querida Lilí
¡Gracias Xaro! Sigo acompañándolos/as en este camino ,porque gracias a ustedes voy aprendiendo dónde debo pisar.
ResponderEliminarGracias, Xaro, por permitirnos acercarnos un poco más al corazón de esta amiga.
ResponderEliminarGracias, Lilí, por ese corazón abierto en las palabras de cada haiku, en este compartir emociones.
Un abrazo otoñal a ambas.
Gracias por traer estos precioso haikus de Lilí.
ResponderEliminarUn abrazo primaveral a ambas.
Que bella selección de haiku, un placer leerlos y sentirlos, en especial sentirlos...
ResponderEliminar!Cuánta belleza!!! . Muchos besos, Lilí
ResponderEliminarRealmente mágico.
ResponderEliminarUn gusto haberte visitado.
Cariños.
Agradezco profundamente vuestros comentarios,se que nos une una sensibilidad especial,que nos hermana.Mis respetos y cariños para ustedes.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestra compañía...
ResponderEliminarGracias querida Lilí
Un abrazo a todos