lunes, 28 de octubre de 2019

Hiaku de José Julio Sastre "Unsui"






Haiku de Despedida


Pint. Kawase Hasui 川 瀬 巴 水(1883- 1957)



Tarde gris

En su mano ya fría

Unos temblores

-José Julio Sastre Unsui
(Murcia, ESP)


JJ. dice: este haiku lo escribí a la muerte de mi madre







Mercedes Pérez Kotori








Haiku Dô:

el camino del haiku en español

por Mercedes Pérez





“El pino nos habla del pino y el bambú del bambú”

-Matsuo Bashô.

*

―"Mirad las aves del cielo, observad los lirios del campo"

-Jesús de Nazaret.

*

“Cuando la sangre de tus venas retorne al mar, 
y el polvo en tus huesos vuelva al suelo, 
quizás recuerdes que esta tierra no te pertenece a ti, 
sino que tú perteneces a esta tierra”

-Nativos americanos.

*

“Todo lo que existe, coexiste”

-Leonardo Boff 


*



Cuando hace años tuve el primer contacto con el haiku de lo Sagrado sentí
una gran fascinación. Miraba aquel pequeño poema y sólo atinaba a pensar
¿Se puede ser tan pequeño y tan grande a la vez? Mis ojos, asombrados, admiraron esa estética tan particular, ese espacio en blanco, -aparente vacío o desnudez- que rodeaba un punto de esencia. Un pequeño poema que hablaba de cosas sencillas, de esas ―cosas sencillas‖ que ocurrían en la Naturaleza y que formaban parte de mi universo interior. ¡Y alguien había escrito sobre ello y lo había
compartido en un libro!

 Pero quizás lo que más me atrapó fue la condición de que no se trataba de una
forma intelectual de poesía, sino vivencial: su objeto ―poético‖ era aquello que
conmovía al humano cuando observaba, sin más, el vuelo de los pájaros en cielos abiertos a llanuras imponentes, iluminadas por el sol o blanqueadas por heladas y nieve.

 Todo eso que parecía carecer de valor e importancia, que decían había sido
creado para ponerlo a nuestro servicio y que por lo tanto era inferior a nosotros,

los humanos… todo aquello tenía su espacio sagrado en aquel pequeño poema. 

Las criaturas, los ríos, la tierra que estaban siendo mancillados por esa locura

institucionalizada a través de siglos de creencias que giraban en torno a la supremacía del hombre sobre todo lo creado, tenían voz propia en el haiku. 




Río turbio…
En la niebla comienza
a entrar la luz

-Gorka Arellano (España)

*

beben los mulos,
la corriente del río
entre sus patas

-JL Vicent (España)

*

sin cambiar la mirada,
cruza el camino un zorro.
casi es invierno

-Elías Rovira Gil (España)


*


Haiku y Holismo: 
“Todo lo que existe, coexiste”

Me he preguntado muchas veces por esta haiku-pasión sin aparente sentido y
las respuestas que han surgido de mis lecturas, conversaciones, experiencia
apuntan hacia una forma con la que algunos nos relacionamos con el mundo y a
la que situaría próxima a un enfoque holístico de la vida. Personalmente, nada me
impide moverme con libertad entre las aguas que surgen de distintos manantiales. ¿Es eso una contradicción? No lo sé. ¿Es malo tener contradicciones? Depende. El alma en su peregrinaje, bebe de los distintos manantiales para saciar la
sed de su espíritu.

 Hasta no hace mucho, Oriente y Occidente se relacionaban de forma bien diferenciada con su entorno. Uno lo hace o hacía en líneas generales, en base a principios que valoran, por ejemplo en el budismo, la eliminación del yo que nos separa del entorno o el cuidado de todos los seres que habitan el universo para no
provocar sufrimiento. Como contrapunto, en Occidente ha primado la separación
del hombre del resto con una concepción del Yo que ha derivado en la egolatría y
creo que todos somos capaces de comprender las consecuencias de ello.
 Si vamos más allá de la forma rígida con la que el pensamiento reduccionista
encasilla las cosas para que nada se descontrole, veremos que en el fondo, ese
agua es la misma.

Llamémosla Tao, Creación, Naturaleza, Madre Tierra, Pachamama, Tonantzin,
Gaia, Ärbol de la Vida,, … Démosle el nombre que más nos guste, pero estaremos hablando de aquello que sostiene la misma realidad más allá de la razón y la
religión. Más allá de la utilidad práctica que tengan para el hombre esas aves, ese
lirio, ese pino, ese bambú que mencionaron Jesús de Nazaret y Bashô. Más allá
de su composición química. Más allá de cualquier análisis que queramos hacer
para dominar o comprender eso que late y que se nos escapa, como lo hace

nuestra vida, sin que podamos evitarlo. 

 Es por ello que creo que en muchas partes del mundo y sobre todo en países
de lengua hispana, poetas sensibles a esta vibración han conectado con el trasfondo espiritual de esta particular forma de poesía originaria de oriente, sin quedarse atrapados en la formalidad de la métrica. El tiempo dirá si estamos o no ante un fenómeno que marque la diferencia en el haiku en Occidente.

 No es casualidad que en Cuba, Argentina, Colombia, República Dominicana,
España, México, Bulgaria, Canadá …etc. cultiven un haiku que se mantiene vivo
al margen de modas y que ahonda en el asombro puro de lo que acontece en la
Naturaleza. Y mientras esto ocurra, mientras las cosas que parecen no importar a
nadie le importen al haiku, hay lugar para la esperanza.







 Me viene a la memoria el Concierto de Haiku "SER AGUA" que se celebró en 2015
en Colombia y España y que contó con Vicente Haya, Raúl Ortiz y Juan Felipe
Jaramillo como ―directores― de esta orquesta tan particular. Una idea maravillosa

que aunó ―las diversas búsquedas y corrientes creativas que han estado floreciendo en los países de origen hispano con el fin de construir una obra de carácter colectivo”.

 En total fueron 31 autores de habla hispana que aportaron 80 haikus afinados
de tal manera que ―la voz de los haikus elegidos diera la textura y el relieve poético a una creación colectiva que, además de ser presentada en forma de un texto
impreso para su lectura, pudiera llegar a ser representada en un escenario en el
que la música, los sonidos del mundo y las imágenes visuales se encuentren y se
unan para fecundarse y multiplicar su belleza”.

Recomiendo su lectura porque es evidente que es un canto a la Naturaleza y por tanto, opino que encarnan el espíritu de lo que se denomina Haiku de lo Sagrado. Facilito un enlace donde pueden acceder a esta interesante información.





¿Realmente lo que transmite un haiku 
de lo Sagrado 
es tan importante?


 En el libro “El espacio interior del haiku” 
editado por Shinde, 
su autor Vicente Haya escribe:


 "Cuando uno por primera vez en su vida se encuentra con haiku japonés, 
no da crédito a lo que lee.
 El haiku que ahora citamos podría ser un típico ejemplo":


(Haku-un)
Shika no ashi
yoromeki hososhi
kusamomiji

Las patas delgadas del ciervo
dan un traspiés
La hierba roja de otoño


…Un ciervo que da un traspiés en la hierba… Y, ante eso, surge inevitable la pregunta del lector occidental profano en la materia: “Realmente, ¿tiene esto importancia como para escribir un poema?

 Para el alma japonesa está claro: si un traspiés de un ciervo de patas delgadas
no tuviera importancia, la realidad misma se desplomaría. No habría nada capaz
de resistir la eliminación de un instante que ya hubiera sucedido; la puesta del sol,
la presencia luminosa de la luna en el cielo estrellado, la llegada de la primavera,
la nieve cubriendo los campos…, 
todo se desharía como polvo al viento si un traspiés de un ciervo fuera algo indiferente. 

El poeta japonés sabe, aunque no lo formule, que cualquier cosa importa porque pertenece al todo, a la realidad que no puede ser si no como es. 

La realidad va siendo formada por lo que sucede, y lo que sucede es el resultado de los seres, con sus características naturalezas.
Atender a estas naturalezas es el único rito que se nos pide en nuestro camino de 
“realización”, de transformación de nosotros mismos en la realidad que nos asombra.”

 Hablamos de coexistencia y por tanto de corresponsabilidad.



"El pergamino del ciervo"

 -Tawaraya Sotatsu y Honami Koetsu-

(Principios del siglo XVII)



Pero 
¿qué entiendo por haiku de lo Sagrado?

Para mí, es el resultado de una experiencia conmovedora al entrar en contacto
con ese ―espacio misterioso e inconmensurable‖ que es la Naturaleza y que enraíza con una forma de expresión atávica ligada de alguna manera, a esos poemas breves primitivos que no utilizaban la abstracción si no la concreción.

Contactar en silencio con el Silencio, atenta y abierta para que lo que ocurre -y
siempre está ocurriendo- pueda resonar. 
Pero ¡cuidado! sin expectativas, sin avaricia. No como una coleccionista o una cazadora de haiku. Si lo acechas es probable que no lo encuentres.

Para amar y por lo tanto conocer el haiku, -como bien apunta José María Bermejo en su prólogo de Instantes- has de acercarte a él con la misma actitud que Sen no Rikyû exigía para la Ceremonia de Té:

 Con wa, armonía; kei, respeto; sei, pureza, y jaku, quietud.

Casi nada… Y ahora me surgen las lógicas preguntas:
¿Qué tiene de armonioso una autovía?
¿Qué respeto mostramos cuando destruimos un río y condenamos a muerte a sus habitantes para pasar un oleoducto?
¿Qué pureza dejamos tras el paso de un pozo de fracking por el bosque, por la tierra violentada?
¿Qué quietud se respira en una ciudad en hora punta? 
Es más, en esta sociedad que se auto proclama civilizada, 
¿se valoran estos principios?

El haiku nos da la oportunidad de pisar con suavidad la tierra y dejar una huella
pacífica a nuestro paso.




Rayo en la noche;
la cabra tensando
su propia soga.

-Sergio Pinteño (España)

*

sol de noviembre.
de una tumba a otra
hilos de araña

-Frutos Soriano(Albacete, España)

*

Nubes de lluvia.
Cada tanto la luna
alumbra el cerezo

-Mary Vidal (Patagonia,Argentina)

*

Unas hormigas
en el racimo maduro.
Viento del norte

-Julia Guzmán (Argentina)

*

Otro pollo muerto
entre las rocas.
Vuelo de pelícanos

-Lester Flores (Cuba)

*

Viento solano.
Los becerros se embisten
camino al río.

-Roberto Miguel Escaño Pérez (República Dominicana)




Pint. de Ohara Koson
(1877-1945)



*


El Haiku-Dô: 
Aprender a mirar como un niño.


Caroline R. Young

Pintura en seda china



En la presentación del libro de haikus Sin otra luz que hicimos Manuel Diez Orzas, Félix Arce y yo misma en la Fundación José Hierro, expusimos lo siguiente:

“En una sociedad como ésta en la que vivimos, -tan alejada de los valores en
los que el haiku del que hablo se inspira-, una sociedad rebosante de contaminación, stress, competitividad, tv. basura, consumo desmesurado, materialismo a
ultranza, corrupción, insolidaridad, alimentos desnaturalizados… en un mundo
así, el haiku, lo tiene crudo porque no mira precisamente hacia ese lado, más
bien al contrario. Y en ese sentido, el haiku que a nosotros nos conmueve, es terriblemente revolucionario. Es como el micro chip de un arma secreta DE REGENERACIÓN MASIVA que guarda entre sus diecisiete sílabas o sonidos la información de lo que Es, de la Vida….

Inmediatamente, caeremos en la cuenta que escribir haiku basado en esos principios, no es tan fácil, porque el haiku- dô, te exige como primer paso, desprenderte de toda adherencia cultural, de todo ego y eso, amigos y amigas, es un gran reto.

Dile a tu mente, es decir, dite a ti mismo, que tú no vales nada para el haiku o
que vales tanto menos que un piojo.
Que tus sentimientos humanos como el amor, el desamor, el odio, las pasiones,
no tienen cabida en él. Que has de convertirte en un tubo hueco, en una caja de
resonancia en la que sonará una melodía que no has escrito porque simplemente
eres testigo de lo que acontece y tu única responsabilidad es estar afinado para
que la melodía suene lo mejor posible.

Al mismo tiempo, disponte a adiestrar los sentidos, (no los sentimientos que de
eso sabemos mucho en occidente). Unos sentidos adormecidos por una cultura
en la que prima lo mental, (el hemisferio izquierdo hiperactivo) y mientras, pon en
marcha el mecanismo que conecte tu mente y tu corazón.

Simbólicamente has de defenestrarte para armonizar tu ser y volver a integrarte en el Todo, dejando de estar separado por una mente que te sitúa, por el hecho de ser un humano, en una posición de privilegio sobre la Naturaleza, distanciándote prepotentemente de todos los demás seres que la habitan. 

Una vez destruidos y aniquilados todos nuestros apoyos, todo lo que el intelecto fue creando a lo largo de nuestra existencia…¿en que nos hemos convertido? probablemente,
en algo parecido a un niño… eso sería lo ideal.”

¿Estamos dispuestos a mirar por el pequeño agujerito que es el haiku con la
inocencia con la que los niños se acercan a las cosas? 
De nuevo la inocencia.


Una mirada pura ¿es posible hoy en día o ya ha dejado de formar parte de la humanidad que habita este mundo tan ―civilizado‖? 
Esperemos que no.




sin otra luz
colocando batatas
en los rescoldos

-Mercedes Pérez (Madrid,España)

*

Soleada arena
Un gorrión en el hueco
que hizo el niño

-Jorge Braulio (La Habana,Cuba)

*

Puesta de sole
el último reflejo
en la bandada

-Luis Alberto Plaquín (Argentina)

*

Silencio en el pueblo.
La casulla del cura
tendida al sol.

-Enrique Linares (Valencia,España)

*

Beber agua
donde se ven los pinos.
Atardecer

-Rafael García Bidó (República Dominicana)

*

No cedió más
la piel de la granada.
Amanecer

-Juan Francisco Pérez (Murcia,España)


*

¿Y qué ocurre con los humanos
 y sus pasiones en el haiku?

Un mundo rico en sensaciones, vivo, cambiante, luminoso, sucede ante nosotros y somos testigos de lo que acontece. El milagro de la vida y la muerte. De lo bello y lo efímero y por qué no, también de lo triste, lo feo, lo descompuesto, lo
que se acaba. 
Cualquier suceso de la Naturaleza tiene derecho a habitar en el haiku. 
No todo son pétalos de cerezo.

Alguien me comentó una vez que el humano también pertenece a la Naturaleza y por lo tanto todo lo que a él atañe tendría cabida en el haiku por derecho propio.
No soy quién para decir si está acertado o no. 
Para ese debate están los maestros del haiku que entienden de verdad de qué va esto y poseen datos históricos que avalan sus tesis.

Mi modesta opinión habla a través de la intuición y por ella me guío en este sendero. 
Los humanos, sí, pero en igualdad de condiciones que una hormiga o un guijarro. 
Lo "otro" no me interesa cultivarlo, no me conmueve, no quiero perpetuarlo en la memoria de nada, ni siquiera nombrándolo en un poema. Además, como ya se sabe, para estos asuntos existen otros tipos de poemas con un formato parecido al haiku y que tienen su propia idiosincrasia: senryu, zappai, terceto, etc.
Y de los que por cierto disfruto mucho, pero en su contexto.


El haiku de lo sagrado da esperanza para que todo aquello que debido a la mala acción humana se encuentra en peligro de extinción, perdure en la memoria.



*


Haiku versus exhibición poética.

El haiku que me emociona, no es literatura; no es una exhibición poética, aunque sea una estrofa que expresa una conmoción profunda e intensa. 



estrella fugaz
una rata en la verja
masca el veneno

-Ángeles Hidalgo (Murcia,España)

*

Sol otoñal.
una ciega y un ciego
van de la mano

-Juan Carlos Durilén (Córdoba,Argentina)

*

Una y otra vez...
la mar devuelve
el brillo a los guijarros

-Alfredo Benjamín Ramírez Sancho (Asturias,España)

*

Fin de año.
Las hormigas vienen y van
en el pichón muerto

-Jorge Giallorenzi(Argentina)

*

una hoja al viento
y volando en ella
la mantangorri *

* Del Euskera: mariquita

-Santiago Larreta(España)

*

Huele a podrido
en la orilla rocosa
el brillo de las escamas

-Sandra Pérez (Argentina)


*


Por eso el haiku que forma parte de mi camino no contiene figuras literarias ni
palabras rebuscadas o elegantes. 
La pretensión o el exhibicionismo del poeta no tienen cabida en él para evitar precisamente que el autor se convierta en el objeto del poema. 
El haiku te vacía del YO para llenarte de SILENCIO y de PAZ. 
Y algo que es crucial a mi entender: nace de la experiencia directa del haijin con su
entorno a través de los sentidos y no de una elucubración intelectual de laboratorio con ingredientes aparentemente naturales pero que terminan creando un subproducto sin alma ni sabor –como esos tomates que parecen tan buenos y bonitos pero que saben a plástico-incumpliendo uno de los requisitos básicos esenciales del haiku-dô que no es otro que el de captar el aware que nace de la vivencia directa en el aquí y en el ahora y por supuesto, en la Naturaleza.



Suena a lluvia
el viento en la hojarasca
del limonar

-Maria Victoria Porras (España)

*

tarde lluviosa…
dos moscas copulando
mueven las migas

-Mirta Gili (Argentina)

*

Se ha detenido
en el claro de luna,
un cangrejo.

-María Elena Quintana Freire(Cuba)

*

Canto de grillo.
Desaparece en la luz
el vaho del té.

-Konstantín Dimitrov (Bulgaria)


*


Siento el haiku como algo tan misterioso, tan sutil y vibrante, que meterlo en una jaula es condenarlo a muerte, pues el haiku es o no es y no depende exclusivamente de las normas clásicas ni de la llamada ―evolución‖. Sería tan fácil como aplicarlas o transgredirlas y ya está, y aun así, que pocos haiku están dotados de alma a pesar de los intentos intelectuales de unos y otros para conseguirlo.

No creo que dependa de sólo nuestra voluntad. El haiku también elije dónde
quiere nacer y cómo hacerlo. A veces nace en el momento, otras tarda años en
abrirse camino. Pero insisto, nace de la experiencia con la realidad y los sentidos

son la vía de contacto con ella.



Al deslizarse
la gota de rocío
cada vez más grande.

-Juan Felipe Jaramillo (Colombia)

*

un suave sismolas 
jacarandas comienzan
a ponerse verdes

-Israel López Balan (México)

*

Queman rastrojos
El espantapájaros
último en arder

-Elías Dávila Silva (México)






*



El haiku 
como adiestramiento espiritual. 
Conciencia plena. Mindfulness.

Sin ser patrimonio del budismo, el haiku-dô tiene puntos básicos que entroncan con esta tradición. La Conciencia Plena, o la Plena Atención que ahora tan de moda está bajo el nombre de Mindfulness es uno de ellos y bien útil por cierto.

Por lo tanto, para mí, el haiku es parte de un adiestramiento espiritual que me invita a desaparecer voluntariamente dentro de un maravilloso mundo preñado de asombros, y de esa manera ―intentar‖ armonizarme con él.

Es observar las cosas en su Ser tal y como son e ir a su esencia, no para diseccionarla o adaptarla a mi concepto mental de lo que ha de ser sino para hacerme uno con ella dejando aquietar mi mente occidental en la medida de lo posible.

Y qué mejor manera de ilustrar tanta palabrería con lo que de verdad importa.
Todos estos haikus que he intercalado en el texto, se hacen eco de lo sagrado en
distintos puntos del lugar que nos acoge, nuestro planeta Tierra.

No olvidemos además, algo en lo que insisto mucho y es la proyección personal que como lectores hacemos cuando estamos ante un haiku. 
Tan difícil o más que escribir haiku, es tener la disposición correcta para leerlos. 
Os recuerdo:



WA, KEI, SEI, JAKU


lluvia de anoche...
rezuma el brocal
de un pozo seco

-Manuel Díez Orzas (Madrid,España)

*

niebla matinal…
escarba en la hojarasca
un gallo rojo

-Xaro Ortolá (Alicante,España)

*

susurrando…
un niño frente al belén
pregunta por el desierto

-Félix Arce Aráiz (Cantabria,España)

*

Epifanía.
Se derrite la escarcha
de las violetas

-Toñi Sánchez Verdejo (Albacete, España)


*

El camino del haiku, afortunadamente, no tiene una meta de llegada, la meta es
el caminar. Y en ello estamos. Gracias por llegar hasta aquí. 




Fuente:
https://haikunversaciones.files.wordpress.com/2014/01/hojas-en-la-acera-nro-34-el-haiku




martes, 22 de octubre de 2019

La feminista olvidada:Akiko Yosano en el Japón moderno





Akiko Yosano



Akiko Yosano (与謝野 晶子 Yosano Akiko?, Sakai, Osaka, 
7 de diciembre de 1878 - Tokio, 29 de mayo de 1942)




Akiko Yosano era el seudónimo de esta escritora, 
poeta, pionera feminista, pacifista
 y reformadora social japonesa.



Akiko Yosano fue una escritora y poeta japonesa, cuya carrera fue desarrollada entre la era Meiji y la era Taishō. Su nombre de nacimiento era Shō Hō (鳳 志よう Hō Shō?).
Yosano también se destacó como pionera en el feminismo, el pacifismo y la reformista social. Se le considera como una de las más famosas y controvertidas poetisas de la literatura moderna de Japón.



Obras de Akiko Yosano:


  • Midare-gami "Cabello entedado"

  • Koigoromo "Manto de Amor"

  • Maihime "Bailarina"

  • Hito Oyobi Onna To Shite "Como ser humano y como mujer"

  • Shin Man'yoshu "Nueva Man'yoshu"






me veo sumergida,

azucena en el baño,

todo mi cuerpo

proclama la hermosura

de sus veinte años.





Akiko Yosano con ropa occidental.




Yosano nació el 7 de diciembre de 1878 en Sakai, cerca de la ciudad de Osaka, en el seno de una próspera familia mercantil. Desde los once años pasó a ser el miembro de la familia responsable de dirigir el negocio familiar, el cual producía y vendía yōkan, un postre a base de gelatina hecho con anko, agar-agar y azúcar. 
Desde una edad temprana, Yosano disfrutaba de leer obras que sacaba de la extensa biblioteca de su padre. Durante la escuela secundaria, se subscribió en la revista de poesía Myōjō (cuya traducción sería estrella brillante), de la cual también se convirtió en una destacada colaboradora. 
El editor de Myōjō y futuro esposo de Yosano, Tekkan Yosano, le enseñó a componer poesía tanka.

A pesar de que Tekkan ya tenía una esposa, él y Akiko se enamoraron y éste decidió divorciarse de ella. Los dos poetas comenzaron una nueva vida juntos en un suburbio de Tokio y se casaron en 1901. Yosano dio a luz a un total de treces hijos, de los cuales once llegaron a la edad adulta. El político japonés Kaoru Yosano es uno de sus nietos.


Desempeñó un papel preponderante en el mundo literario de la época e introdujo la antigua tanka en el mundo poético moderno, así como el uso de palabras chinas en la poesía japonesa. 
Su Midare-gami se publicó en 1901, cantos de amor ilimitado e incondicional por su marido. 
Al mismo tiempo escribía ensayos contra la opresión y en defensa de los derechos de la mujer japonesa.


Yosano Akiko falleció a causa de una apoplejía, en plena Segunda Guerra Mundial, por lo que la noticia de su muerte pasó desapercibida. En las décadas siguiente su obra fue olvidada por los lectores y los críticos, pero en años recientes su figura y estilo fueron tomando nueva notoriedad.





Akiko en su juventud también se opuso a las ideas nacionalistas 
y como pacifista convencida, 
escribió contra el absurdo de la guerra. 



Akiko Yosano era el seudónimo de una escritora, poeta, pionera feminista, pacifista y reformadora social japonesa Activa a finales del periodo Meiji, el Taisho y principios del Showa. Su verdadero nombre era Yosano Shiyo. Es una de las poetas más conocidas y controvertidas del Japón post-clásico.

Yosano nació en una familia de prósperos comerciantes de Sakai, cerca de Osaka. Desde los 11 años, era un miembro más de la familia involucrada en la gestión de la empresa familiar, que producía y comercializaba ‘yokan’, un tipo de frijol dulce. Ávida lectora, leyó durante su infancia las obras atesoradas en la extensa biblioteca de su padre. Cuando era una estudiante de secundaria, empezó a suscribirse a la revista de poesía Myojo (Estrella brillante), y se convirtió en una de sus más importantes colaboradores.
El editor de Myojo, Yosano Tekkan, le enseñó su poesía 'tanka'. Se conocieron cuando vino a Osaka y Sakai a dar conferencias y a impartir algunos talleres literarios.

Aunque Tekkan tenía una amante, Akiko se enamoró de él y ambos poetas comenzaron una nueva vida juntos en Tokio. Se casaron en 1901, el año en que Yosano publicó su primer volumen de 'tanka', Midare-gami (Cabello desmelenado), que contenía 400 poemas y fue muy bien recibido por los críticos literarios. Su primer libro, que eclipsa todo lo demás que escribió, aportaba un individualismo apasionado a la poesía tanka tradicional, a diferencia de cualquier otra obra de finales del período Meiji. Publicó veinte antologías más a lo largo de su carrera, entre las que se incluyen Koigoromo (Manto de Amor) y Maihime (Bailarina). Su marido, Tekkan, también poeta, se dio cuenta que las habilidades de Yosano eran mucho mayores que las suyas y decidió concentrar sus energías en ayudarla.

El poema Kimi Shinitamou koto nakare de Yosano, dedicado a su hermano, fue publicado en Myojo durante el apogeo de la guerra ruso-japonesa y fue tremendamente popular. Hecho canción, fue utilizado como protesta contra la guerra, al hacerse público el número de víctimas japonesas del sangriento asedio a Port Arthur.

Durante el período Taisho, Yosano fijó su atención en el comentario social, con Hito obyobi Onna to shite (Como ser humano y como mujer), Gekido no Naka o Iku (Pasando por tiempos turbulentos) y su autobiografía Akarumi e (A la luz). Sus comentarios criticaban el creciente militarismo de Japón y promovían sus puntos de vista feministas.

Yosano fundó una escuela mixta, Bunka Gakuin (Instituto de Cultura), junto con Nishimura Isaku, Kawasaki Natsu y otros, y se convirtió en su primera decana y jefa de estudios. Ayudó a muchos escritores a hacerse un hueco en el mundo literario. Fue, durante toda su vida, firme defensora de la educación de la mujer. También tradujo los clásicos japoneses a la lengua japonesa moderna, incluyendo la Shinyaku Genji Monogatari (Cuento de Genji) y Shinyaku Eiga Monogatari (Cuento Fortunas de floración).

Su último trabajo final, Shin Man'yoshu (Nueva Man'yoshu, 1937-1939) fue una compilación de 26.783 poemas de 6.675 autores durante un período de 60 años.

Yosano murió de un infarto en 1942, a los 63 años. Su muerte se produjo en medio de la Guerra del Pacífico y pasó casi desapercibida en la prensa. Después del final de la guerra, sus obras fueron en gran medida olvidadas por la crítica y el público en general. Sin embargo, en los últimos años, su romántico estilo sensual vive un cierto momento de popularidad y tiene un seguimiento cada vez mayor. Su tumba se encuentra en el Tama Reien en las afueras de Tokio.





Un museo que conmemora la vida de Akiko Yosano


La Plaza Sakai de Rikyu y Akiko es un museo que documenta las vidas de las dos figuras más importantes de la ciudad de Sakai: Sen no Rikyu, maestro en el arte de la ceremonia del té, y Akiko Yosano. Nacida en 1878, comenzó a escribir cuando era joven y sus primeros poemas cortos se publicaron cuando tenía veinte años.

Algunos de sus manuscritos están en exhibición en el museo. La mayoría de los japoneses les cuesta descifrar la escritura de Akiko. Pero incluso sin comprender su significado, se puede de deducir la personalidad de la poetisa en la belleza de su caligrafía que fluye con elegantes adornos.



Caligrafía de Akiko Yosano



Sus manuscritos


Akiko pasó su vida defendiendo los derechos de las mujeres. Defendió la idea de una sociedad donde las mujeres puedan ser financieramente independientes y los hombres inviertan en la educación de los niños. 
Durante su juventud también se opuso a las ideas nacionalistas y como pacifista convencida, escribió contra el absurdo de la guerra. 
En total, escribió más de 50.000 poemas llamados tanka, una forma de poemas cortos altamente codificados que pueden considerarse relacionados con el haiku.




Río de estrellas

A la izquierda, en la playa
rebosante de agua,
un  barco desgastado
refleja el cielo blanco
de principios de otoño.


Más veloz que el granizo
y más ligera que una pluma,
una vaga amargura
cruzó mi mente.


Sintiéndote cerca,
¿cómo no venir
a pasear bajo
esta noche de luna creciente
sobre los campos en flor?


Tan sólo
el delgado hilo de una nube,
casi transparente,
me llevaba a lo largo del camino
como una antigua canción sagrada.


Recito su poema,
apoyada contra esta helada pared,
en la noche,
como cae la amarga lluvia de otoño.
Lo que yo pronuncio
es un abedul blanco
que destaca
donde ningún idioma humano
se ha escuchado jamás.


Un pájaro viene
delicadamente, como una niña,
a bañarse
a la sombra de mi árbol
en el charco otoñal.


A los diecinueve años
ya me había dado cuenta
de que las violetas se desvanecen,
que los manantiales pronto se secan,
que esta vida también es tránsito.


De pie junto a la puerta,
él gritaba, rompiendo la noche,
el nombre de mi hermana, 
muerta hace un año.

¡Cómo le compadecí!



*(Trad. Sam Hamill, Keiko Matsui Gibson y Javier Irigaray)



*


 El arco cultural japonés (narrativo, poético, plástico, musical, noético) se ha visto tensado desde hace siglos por fuerzas que jalan en sentidos opuestos:


– A veces la madera del arco se ablanda y se deja curvar, obediente al tirón ejercido sobre el hilo de cáñamo: entonces se producen estallidos de invención, capaces de incitar y sostener el surgimiento de bellos y eficaces edificios retóricos.

– En cambio, el arco se endurece cuando afloja el gesto de la mano que pulsa la cuerda: tocan tiempos prolongados de difusión y aclimatación de lo mismo, con obsesiva reiteración de reglas retóricas ya inventadas y que sólo interesan como ocasión para perfeccionar una forma, sin exigencia apremiante de cambio.

– Hasta que otro arrebato creativo permite el renacimiento de modos que parecían aletargados, excesivamente regulados, apresados en el corsé de formalismos que todos acatan.


De modo nada casual Yosano se saca, por así decir, el corsé con un gesto atrevido que expresa su verdadera dimensión: se lo arranca del cuerpo y a la vez de la escritura que practica.



sólo deseo

sorber toda la miel

emponzoñada

de labios de algún joven

amante, apasionado.



*






Una figura importante en la literatura japonesa del siglo XX, Akiko Yosano nació en Sakai, Osaka. Conocida por sus poemas y novelas en las que presentó una visión progresiva del papel de la mujer en la sociedad, Akiko Yosano fue una de las primeras feministas japonesas. Desafortunadamente, su muerte prematura debido a un derrame cerebral fue eclipsada por WW2 y fue olvidada por el público en general después de la guerra. 




Akiko Yosano finalmente se mudó a Tokio, pero pasó gran parte de su vida en Sakai. El "santuario de Aguchi" es uno de los lugares que influyó en la obra de Akiko. Este antiguo santuario, dedicado al dios de la fertilidad, fue fundado en el siglo III.

Se cree que este santuario es la inspiración para el romanticismo siempre presente en la obra de Akiko. El santuario ahora le rinde homenaje con una placa instalada en su honor.



Santuario de Aguchi



El "Templo Hongwanji Sakai Betsuin" es otro templo que inspiró el trabajo de Akiko.
Este templo fue fundado en el siglo trece, y albergó las oficinas de la prefectura de Sakai entre 1871 y 1881. 
La sala de este templo inspiró a Akiko un poema que hoy está inscrito en la entrada del templo:


Templo Hongwanji Sakai Betsuin



“Desde la génesis, 
construimos diligentemente, 
un gran edificio, 
y también me permito darle un pequeño 
clavo de oro”.



Este es un poema que expresa el deseo de dejar atrás un legado 
de nuestro tiempo en la tierra.




A pocos metros del "Templo Hongwanji Sakai Betsuin" se encuentra otro templo importante en la vida de Akiko. Este es el Templo Shochuzan Kakuoji. 
El monje jefe de este templo en el momento de la juventud de Akiko se llamaba Tetsunan Kono. Akiko se hizo amiga de Tetsunan, quien le presentó a Tekkan, un poeta y editor que luego se convirtió en el esposo de Akiko.






Templo Hongwanji Sakai Betsuin






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 Lugar donde una vez estuvo la casa de Akiko, pero hoy no queda nada. Su casa fue víctima de la urbanización de Sakai; Un camino hoy corre por donde vivía Akiko. 
Pero se instaló un monumento a lo largo de la carretera y la reproducción de un dibujo nos da una idea de cómo era el vecindario a fines del siglo XIX.






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Cada año, el 29 de mayo, el templo celebra una ceremonia para celebrar el cumpleaños de la poetisa. Dentro de este pequeño templo, ahora hay un monumento dedicado a Akiko. En una placa, uno de sus poemas está grabado con orgullo:

“Con veinte años de edad, orgullosa de su cabello flotando debajo del peine, ella es naturalmente hermosa en la primavera de su vida”.


Este es un poema que llegó a desafiar todos los principios de la sociedad japonesa de la época, cuando se esperaba que las mujeres fueran modestas y que su único objetivo fuera convertirse en esposa. Akiko describe a una mujer que es libre y orgullosa, lista para enfrentarse al mundo.







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Akiko Yosano (1878-1942)
y su esposo Tekkan Yosano (1873-1935)


Controvertida innovadora del tanka, popular poema japonés de 31 sonidos que adaptado al español serían cinco versos distribuidos en 5/7/5/7/7 sílabas por línea. Llamada por sus contemporáneos,  “Poetisa de la pasión”. 

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“¿Será porque siempre anhelas, corazón, 
que siempre enciendo una lámpara en el naranja del ocaso?”

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“Puedo entregarme a ella en sus sueños, 
murmurándole sus propios poemas al oído 
mientras duerme a mi lado.”

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“La tierra parece una magnífica flor de loto 
cuando el sol se alza sobre el paisaje nevado.”

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“El día que las montañas se mueven ha llegado. 
Aunque lo diga, nadie me cree. 
Las montañas, que en otro tiempo fueron activas entre llamas, 
sólo duermen un rato. 
Mas, aunque lo hayáis olvidado, creedme, amigos, 
que todas las mujeres que dormían ya se despiertan 
y se mueven.”

*
“Distinta de un pez, mi alma se desliza sin agallas. 
Yo canto sobre un suspiro.”

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“El bote se aleja y forma un camino blanco. 
Mi dolor y su huella.”

*

“De los innumerables escalones que conducen a mi corazón 
él subió tan sólo quizás dos o tres.”

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“Viniste al fin, 
y por eso dejé ir a las libélulas 
que conservaba cautivas entre mis cinco dedos 
este atardecer de otoño.”

*

“Dulce y triste, 
como un amor sobrecogido por largos suspiros 
de lo profundo de un sauce poco a poco 
va saliendo la luna.”


― Akiko Yosano


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 Pint de Hashiguchi Goyo 橋 口 五 葉 Japón(1880-1921)
Grabado en madera en color
Kamisuki (peinarse)
"Mujer peinándose"
(1920)



“Con veinte años de edad, 
orgullosa de su cabello flotando debajo del peine, 
ella es naturalmente hermosa 
en la primavera de su vida”.




Pelo negro,
mil mechones de pelo,
este pelo enredado,
como mis pensamientos enredados,
como mis sentimientos enredados…



El cabello personifica una sexualidad nada etérea, muy corporal, capaz de suscitar múltiples efectos. Tan potente símbolo recuerda en este punto a otra poesía Yosano mantiene en cambio un tono suave y comedido (sigue siendo nipona), pero al tiempo sugerente. 
Un especialista japonés de Yosano, H.H. Honda, traduce midaregami como “cabello en dulce desorden”. Ese dulce desorden es el juego carnal, a la luz de cuyas llamas Akiko compuso su primero y ya maduro libro de poemas de amor.




su mirada se clava
en mi tenue
kimono de seda:
¡odio esa lámpara
que parpadea!

*

diecinueve años
tú y yo,
cuando vimos reflejadas
nuestras caras en ríos
diferentes, iguales

*

en el recinto del amor
olor de lirios:
¿es mi pelo revuelto
o el temor que su aroma
se esfume con el día?




Hashiguchi Goyo

"Kamisuki"



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Fuente:
http://voyapon.com/es/osaka-akiko-yosano-japon/
https://es.wikipedia.org/wiki/Akiko_Yosano
http://www.versovia.com/2015/01/rio-de-estrellas-de-akiko-yosano.html
https://akifrases.com/autor/akiko-yosano
https://hablardepoesia.com.ar/2019/06/21/akiko-yosano-midaregami/
http://www.elasnodeapuleyo.com/2016/02/akiko-yosano-1878-1942.html