viernes, 11 de abril de 2014

Libro "La durmiente" Susana Benet



                                                             


Autor: Susana Benet
ISBN: 978-84-15576-60-0
Nº de edición: 1ª
Encuadernación: Rústica
Formato: 19x13 cm
Páginas: 60


Susana Benet


Es un libro muy breve, se lee en una hora, y sin embargo va a acompañarnos mucho tiempo. Su autora, Susana Benet, a quien debemos los haikús de más largo recorrido acaso de nuestra lengua, viene a decirnos: en el sueño todo es largo y corto a la vez, no hay medidas para tiempo y espacio.
Quien lo soñó, lo dice:



QUIETUD

Con qué fijeza el gato
mira el árbol inmóvil
tras la ventana.
¿Qué remota quietud comparten ambos?
Se adormece en el gato la madera.
Abre el árbol los ojos extasiados.


ESCALERA

Subiendo la escalera
hacia mi casa:
trocitos de papel,
colillas consumidas,
involuntarias huellas
que dejan los vecinos.

Limosnas que agradezco,
pues sé que no estoy sola.


COMO EL VUELO

¿Por qué tira de mí
como el vuelo de un ala la palabra?

¿Adónde me conduce si no sé
siquiera la intención, 
ni presiento el destino que persigue?

Sólo sé que en la leve
presencia de este instante
tiembla bajo la piel, revolotea, 
como un soplo apresado, 
un impulso que pugna por brotar 
y transformarse en canto.



Susana Benet (Valencia, noviembre 1950) es licenciada en Psicología.
Escribe poesía, relato y pinta acuarela. Ha publicado los poemarios 
Faro del Bosque (Pre-Textos, 2006), 
Lluvia menuda (Comares, 2007), 
Huellas de escarabajo (Comares, 2011) y 
Jardín (Editorial Krausse, 2010) en el que combina haiku y acuarela. Es coautora del libro 
La muerte (Krausse, 2009).
Ha sido incluida en las antologías de haikus: Poetas de corazón japonés,
Brisa del mar, 
Perro sin dueño, 
Tertulia de haiku y 
Cerezo en flor-Breve muestrario de haiku. 
Como acuarelista ha ilustrado portadas de libros dedicados al haiku, principalmente.


***

SUSANA BENET. LA DURMIENTE. PRE-TEXTOS, POESÍA, 2013

Desde 2006, año en el que publicó su primer libro, Faro del bosque, Susana Benet ha dado a la imprenta otros tres libros, Lluvia menuda (2007), Jardín (2010) —libro en el que combina, a la manera de un haiga, el haiku con la acuarela— y Huellas de escarabajo (2011). 
Todos ellos poseen una particularidad: están compuestos exclusivamente por haikus, la conocida estrofa japonesa tradicional magistralmente ejecutada por Susana Benet, que se ha convertido en estos años en una de sus mejores intérpretes, lo que posee, sin duda, una enorme relevancia, dada la proliferación de poetas que practican con regularidad  dicha plantilla métrica.

La durmiente es, por tanto, el primer libro de la autora en el que desestima el admirado «corsé» que había utilizado hasta ahora, aunque esta afirmación resultará ser cierta sólo a medias, porque muchos de los breves poemas que componen el libro poseen la misma sutileza, un ritmo análogo y similar concisión semántica que los haikus que brotan de su imaginación. Sirvan como ejemplo para constatarlo los tres últimos versos del poema

«Corte de pelo»: 

«De pronto, el gato
 se tiende en tu cabello y se revuelca
 feliz, estremecido»

 o los  tres primeros versos del poema

«Quietud»:

 «Con qué fijeza el gato
mira el árbol inmóvil
 tras la ventana». 

Si el poema terminara así, podríamos considerarlo un haiku, a pesar de traicionar su estricto esquema silábico, porque posee ese grado de asombro ante un hecho cotidiano, la austeridad expresiva y la sencillez que le son propias, sin embargo, el poema continúa con estos versos: 

«¿Qué remota quietud comparten ambos?
 Se adormece en el gato la madera.
Abre el árbol los ojos extasiados»

La contemplación inicial, la mera descripción deja paso a las circunvalaciones del pensamiento.
La autora no se conforma con observar, intenta comprender las emociones que suscita su mirada —

«Qué difícil acostumbrar los ojos
 a la sólida forma de las cosas»

—, indaga en ellas a través de las palabras, del lenguaje, aunque ignore de dónde procede esa fuerza, ese imán que la arrastra a la escritura: 

«¿Por qué tira de mí
 como el vuelo de un ala la palabra?»

y saca conclusiones de su exploración. Los espacios íntimos (no podemos obviar en este aspecto la influencia de Emily Dickinson) y las experiencias que en  ellos acontecen, son descritos con una sugerente capacidad simbólica, inquietante en muchas ocasiones, porque la representación física que la escritura nos brinda se extrema hasta esbozar una imagen abstracta, misteriosa, casi fantasmal de la deriva del pensamiento: 

«Hay figuras que avanzan y se pierden
en la niebla. Hay muertos que caminan»

pero no se pierde Susana Benet en digresiones conceptuales, ni siquiera en aquellos poemas que gozan de más largo aliento, como el titulado «La casa» —una rememoración impregnada de nostalgia en la que la inocencia inherente a la infancia no consigue disipar, sin embargo, el destino trágico del tránsito vital—, en el que describe con precisión, con palabras esenciales, la intuición que mantenía alerta sus sentidos:

« Detrás de aquella calma
germinaba el espino lentamente,
 bullía el quehacer de las orugas,
podía oírse, entre los árboles, el doliente crujido de los troncos
que, muy pronto, serían derribados»

versos que entroncan directamente con los primeros del poema 

«Lo invisible»:

«No está el aire vacío, en él habitan
invisibles presencias»

La luz de lo invisible parece iluminar todas las estancias de la memoria, estancias en las que la autora, al retirar las sábanas que cubren objetos y emociones, descubre lo que «la noche y su silencio» encerraban sólo para sí. Ahora «Todo flota en la bruma estancada del ocaso», flotan recuerdos, imágenes, deseos, esperanzas y desengaños, y quien quiera conocerse mejor debe internarse en ella sin temor, con los ojos de la imaginación abiertos de par en par y los sentidos desprovistos de las rémoras del pasado, como si escuchara una lejana música, los Nocturnos de Chopin, por ejemplo.

Poemas de despedida —una costumbre arraigada en la cultura japonesa— nos parecen los que cierran el libro, los titulados «El ciprés», un emotivo homenaje al poeta José Luis Parra, fallecido recientemente, en el que percibimos ecos de la visión panteísta juanramoniana,

«Te has ido con los pájaros
y vibras en su canto, oculto en el ramaje
de ese viejo ciprés
 que solitario crece, buscando libre el cielo»

«En trance» y, sobre todo, «El último gesto», en el que Susana demanda, más que un acto determinado, una forma de ser, una «una gracia natural» para irse sin llamar la atención, con «la plácida indolencia» y la serena quietud de quien firma la paz consigo mismo. 
Leyendo este conjunto de poemas de Susana Benet, uno parece asistir al desvelamiento de un mundo tan parecido al nuestro que, a veces, lo confundimos con un espejo.

Publicado por Carlos Alcorta en Reseñas
Publicado en la Revista Clarín, nº 109. Febrero 2014


***

Presentaba Susana Benet en la Alberti su poemario, "La durmiente". Y allí estuve.

Fue muy agradable escuchar sus poemas, lo que contó del libro, que quiere ser una narración de lo cotidiano, escucharla recitar, pero sobre todo sentir que se está delante de alguien que sí escribe poesía.

Ustedes, los que me leen habitualmente me entenderán. Hay algo en los lectores/as habituales de poesía que nos hace saber cuándo lo que leemos es poesía y cuando es un esbozo, un intento o— a veces lamentablemente también— un mero trampantojo; consciente o no.

Me agrada la naturalidad de los poemas de Susana Benet, el ritmo interno, su sugerencia, su musicalidad. Y esa especial forma de conmover con palabras sencillas que tiene. En los que recitó, entre ellos tres inéditos,  escuché lugares cercanos que nos hablan de todos, que sugieren y que acompañan. Leeré con muchísimo interés el libro.

Un coloquio curioso y divertido; me divirtió muchísimo escuchar a Trapiello hablar de los talibanes del haiku; una, que es políticamente incorrecta, empieza a rechinar los dientes cada vez que empezamos con las ortodoxias literarias: son tan denostables como el caso contrario: el “yo escribo como me da la gana”. Tengo para mí que en el mundo concreto de la poesía hay tal cantidad de gurús que, al final, lo que menos se hace es escribir.

A la salida, una agradable charla con el poeta Cereijo. Luego un pincho en Manolo y a casa.
Lean a Susana Benet, caramba, que merece la pena.

Esta entrada fue publicada en Literarismos
Publicado en febrero 27, 2014



Susana Benet en la presentación de su poemario La durmiente"
y A. Trapiello 


***


Susana Benet presentó su libro “La durmiente” 
e impartió el taller “El camino del haiku”,
 en la Escuela de Escritores Alonos Quijano


La escritora Susana Benet presentó su libro “La durmiente”, editado por Pre-Textos, colección de poemas inspirados en los haikus japoneses en los que explora la frontera entre el estado del sueño y de la vigilia y que su autora ha querido dedicar al gran poeta José Luis Parra, que fue su mentor y pareja.

El acto fue a cargo de Baudilio Vaquero y se celebró en la sede de la Escuela de Escritores Alonso Quijano, Hotel Convento de Santa Clara, en Alcázar de San Juan.

Antes, en la tarde del sábado, 29 de marzo, de 16:30 a 19:30 un taller intensivo que lleva por título “El camino del haiku” y que abarca tanto aspectos teóricos como prácticos.

Según Susana Benet, “este taller se dirige a las personas interesadas en este tipo de poesía y que desean descubrir su capacidad creativa a partir del haiku, poema breve centrado en la naturaleza y en los hechos cotidianos”. 

La sesión de dividirá en una breve introducción teórica,  sobre la estrofa japonesa de 17 sílabas con el fin de estimular la creación literaria y contará con una exposición sobre qué es un haiku, métrica, contenidos y distintos autores; seguida de ejercicios que faciliten a los alumnos la creación de estos poemas sintéticos,  guiados y aconsejados siempre que lo requieran, proponiéndose temas que sirvan de inspiración, mediante imágenes y sugerencias.

Susana Benet es Licenciada en Psicología, aunque su verdadera vocación es la literatura. Cultiva el haiku desde hace algunos años, habiendo publicado varios  poemario.

Ha obtenido el primer premio de haiku “Ciudad de Medellín” el pasado año y sus haikus han sido incluidos en diversas antologías dedicadas a este género, tanto en España como en Francia y en países latinoamericanos.









Fuente:
http://susanabenet.blogspot.com.es/search?updated-max=2014-03-19T07:32:00-07:00&max-results=7
http://hemeroflexia.blogspot.com.es/2013/10/la-durmiente-no-esta-sola.html
http://www.pre-textos.com/escaparate/product_info.php?products_id=1493
http://carlosalcorta.wordpress.com/2014/03/06/susana-benet-la-durmiente/
https://cosasdealcazardesanjuan.wordpress.com/2014/03/25/susana-benet-presentara-su-libro-la-durmiente-e-imparira-el-taller-el-camino-del-haiku-en-la-escuela-de-escritores-alonos-quijano/

6 comentarios:

  1. Bueno…, ¿y quién dice que esos "talibanes del haiku" no sean otros que algunos poetas occidentales que se inventan el haiku a su conveniencia. :-)

    Gracias, Destellos, por las entradas que se refieren al libro de poemas "La durmiente", de Susana Benet

    Abrazo

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  2. Agradezco y resalto esta labor tuya tan encomiable que es la de mantenernos informados de los proyectos y vivencias que llevan a cabo personas tan entregadas y apasionadas como Susana Benet. Un artículo y reseña escritos con mucho cariño.

    Un abrazo.
    Rogelio.

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  3. Tengo el placer de seguir el blog de Susana, a sus poemas, sus haikus y sus pinturas.
    Gracias por tantos datos.

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