Sol otoñal.
Una ciega y un ciego
van de la mano.
He publicado "algo" que acaso esté más cerca de un senryû que de un haiku, según determinados criterios. Lo experimentado fue tan intenso que me dije:
esto merece un terceto, se llame haiku, se llame senryû, se llame zappai...
Salió espontáneamente.
esto merece un terceto, se llame haiku, se llame senryû, se llame zappai...
Salió espontáneamente.
Regresaba a casa en ómnibus, atravesando una de las avenidas principales de Córdoba.
El bus se detuvo en un semáforo. De pronto, veo por la vereda, avanzar entre la gente
¡una pareja de ciegos, tomados de la mano y ,en la otra, cada uno con su bastón blanco!
¡una pareja de ciegos, tomados de la mano y ,en la otra, cada uno con su bastón blanco!
Caminaban sonrientes.
El sol de nuestro otoño les bañaba el rostro,
¡esa luz del sol que ellos no podían ver, pero que seguramente sentían!
Había tanta ternura en ellos...
La escena me conmovió mucho.
El bus siguió su trayecto. Sin bolígrafo, anoté el "terceto" en mi celular, mientras viajaba.
El momento vivido cobró tanta significación para mí que lo publiqué.
El haiku (o lo que sea) no da indicios de mi emoción, o quizás sí. Todo está contenido en él.
Hay cosas que siento y escribo que no puedo explicar del todo...
Por eso, a veces, me siento un intruso en el universo del haiku...
Juan Carlos Durilén
Hiroshige (1797-1858)
Me gusta mucho como y lo que transmites ,Juan Carlos,con este (para mi )haibun,con el haiku incluido.Sencillamente maravilloso.(un abrazo)
ResponderEliminarUna maravilla si...
ResponderEliminarGracias Juan Carlos por tu arte. Un abrazo!
Un abrazo Xaro.
Pues me uno a la que dice Lilí Valladares.
ResponderEliminarGracias Xaro por publicarlo
Bss
j
Tanto el haiku como el relato que lo acompaña son de extraordinaria sensibilidad. Un hermoso instante sin duda contado de forma muy linda.
ResponderEliminarGracias Juan Carlos y gracias Xaro por compartirlo aquí.
Besos.
Lilí, Gorka, Unsui, Leti, queridos amigos. Muchas gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarUn placer compartir con vosotros esta experiencia.
Y, desde luego, gracias a Xaro por abrir su espacio tan generosamente. Como siempre.
Un cariñoso abrazo a todos.
Si algo tienes que es lo más bello que puede atesorar una persona , es tu gran sensibiliadad . Una sensibilidad a flor de piel ...
ResponderEliminarGracias por compartir tanta ternura. Es muy bello lo que escribiste, el relato y el haiku.
Te dejo un puñado de besos emocionados.
Gracias, María del Carmen.
ResponderEliminarEsa pareja de seres algo impedidos, pero adorables, me estaban dando una lección de compañerismo y ternura.
Es tu propia sensibilidad la que me permite llega a tu corazón.
Un beso, amiga.
Gracias a todos, sin duda la sensibilidad de Juan Carlos llega al corazón...
ResponderEliminarGracias JC, muy amable dejar que escribiera tu haiku y emociones que te llevó a escribirlo
Un cálido abrazo a todos