BAMBÚ 100 Haikus
EL libro de haiku:
"Bambú, 100 haikus"
con prólogo del profesor Fernando Rodríguez-Izquierdo,
editado por Cénlit Ediciones.
Sus autores son cuatro haijines de Pamplona:
Inma Biurrun,
Patxi Muruzábal,
Josune Esparza
y María Loyola,
que pertenecieron al grupo
Haikunversaciones.
Los poetas navarros
Inma Biurrun, Patxi Muruzábal, Josune Espartza y María Loyola han publicado el libro titulado
"Bambú. 100 haikus", que se adentra en el mundo de esta modalidad poética de origen japonés.
Pamplona.
La obra, editada por
Cénlit Ediciones, lleva un prólogo de
Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, profesor de la Universidad de Sevilla y uno de los máximos especialistas españoles en
haikus japoneses.
El volumen se completa con variados elementos de la caña del bambú ilustrados por
Patxi Muruzábal, quien además ha diseñado y grabado el marcapáginas que acompaña a cada ejemplar.
El
haiku suele expresar un estado anímico de contemplación, asombro y emoción ante la naturaleza y, con menos frecuencia, ante escenas de la vida cotidiana.
"Bambú", que se ajusta a los cánones del
haiku tradicional, es un libro que requiere la activa participación del lector para degustar textos que se recrean espiritualmente en lo pequeño.
***
Prólogo a la Antología de haikus "Bambú"
Desde Navarra me llega una grata novedad, en forma de petición de un Prólogo para la Antología de
haikus titulada
"Bambú". La persona que ejerce como portavoz de un colectivo de cuatro
haijines procedentes del
grupo Haikunversaciones, así me lo comunica, en nombre de sus compañeros. Los cuatro poetas son
Inma Biurrun, Patxi Muruzábal, Josune Esparza y María Loyola.
Aun antes de conocer lo que escriben, ya resulta simpático el gesto de que cuatro amigos aficionados al
haiku se han unido para editar sus versos; y llegan a atravesar -mediante su mensaje- España de punta a punta para venir a dar con uno, aquí un modesto profesor jubilado. Mi gratitud empieza desde ese preciso momento.
Cuánto más, ya se va acentuando mi buena impresión, si de hecho empiezo a leer sus
haikus; y al punto percibo que están "en la onda" de sensibilidad
haikista: sentido de naturaleza y de estación climática, regularidad métrica, apreciación del instante, humanidad y delicadeza ante el detalle, limpio y acertado uso del lenguaje, etc.
Me agrada especialmente el título que han elegido para su libro,
"Bambú": es breve, sugerente, muy oriental; y, por otra parte, está cargado de sentido de estación, como de hecho lo evidencian a su vez las bellas ilustraciones de
Patxi Muruzábal, miembro del grupo.
Como ocurre en todo libro que se estrena, creo que no se cierra el ciclo de comunicación propuesto por sus autores, hasta que unos lectores aficionados al tema tomen el libro en sus manos, lo abran, posen la mirada en sus líneas, y comiencen a vibrar con las vivencias del autor o autores. Por ello, más que extenderme en generalidades, prefiero comentar un
haiku de cada
haijin, valorándolo brevemente, para después hacer alguna consideración general.
La luz de luna
se extiende sobre el bosque.
Ulula el búho.
Inma
Dentro del ambiente de calma, que es una constante en muchos
haikus, el presente poema aporta un rasgo que en cierto modo perturba esa calma: es el ulular del búho. Resulta muy notable el hecho de que ese ulular se ve fortalecido (en el primer verso y en el tercero) por recursos fónicos, como es la aliteración de la consonante líquida "l" y la vocal "u" -vocal de timbre oscuro, por cierto-, como se advertirá si lo destacamos mediante mayúsculas y acentos fonéticos:
La LÚz de LÚna
ULÚLa eL bÚho
Como podemos apreciar, la vocal "u" recibe además todos los acentos fónicos de estos dos versos, incluido el acento ortográfico en "búho"; lo cual colabora a destacar la impresión de escena nocturna.
En otro
haiku de la misma autora aprecio también cierta aliteración expresiva en la frase "la chimenea humea", mediante esos finales contiguos en "-ea", que algunos denominan "rima interna".
En la maceta
azul el pensamiento.
Calle de piedra.
Patxi
Veo un logro muy especial en la posible doble incidencia del adjetivo "azul", el cual se proyecta semánticamente en dos direcciones: incide en "la maceta" del primer verso -"maceta azul"- pero también virtualmente en las palabras que lleva a continuación: "el pensamiento" -"azul el pensamiento"-, y ese sustantivo se entiende (en principio) dicho de las flores así llamadas. Pero la bisemia de esta palabra "pensamiento" evoca asimismo la facultad humana de razonar, detalle este que presta más riqueza al
haiku, como una posible función de "kakekotoba" o "palabra pivote" del
haiku, con doble incidencia referencial. Y estimo que hay bastante carga poética en esa interpretación sinestésica, de que el pensamiento humano se califique de "azul".
El contraste semántico entre la delicadeza de las flores y la dureza del empedrado de la calle, también es de notar para el efecto de conjunto.
Canto de grillos.
El gato en la ventana
se despereza.
Josune
Es un poema eminentemente descriptivo, según cierta pauta muy normal en el
haiku: el "shasei" o 'esbozo de la naturaleza'. Pero la secuencia de las acciones representadas convierte este
haiku en narrativo. ¿Quién no ve una sucesión de actividad entre el cantar de los grillos y el despertar del gato? Tal vez lo despertaron los mismos grillos y, gracias a su agilidad felina, no se cayó abajo desde el alféizar de la ventana, donde dormía. El sexto sentido necesario para descubrir poesía en una escena tan cotidiana, pero tan entrañable, creo que es uno de los grandes méritos de la autora de este poema. Y es una habilidad que se comprueba en otros
haikus de su misma mano.
Cuaderno en blanco.
Sobre sus hojas caen
flores de almendro.
María
Me inspira buenos y hondos sentimientos este poema, porque alude delicadamente a algo muy afín a la misión del poeta: llevarse un cuadernito en blanco al parque o a la arboleda, para ir apuntando impresiones estéticas, o acaso algún haiku. Sin decirlo expresamente, estos versos nos hablan del
haiku mismo -y pueden servirnos también de digno colofón en este momento-. La palabra "hojas" entre "cuaderno" y "flores" puede hacer de bisagra o "kakekotoba" entre las hojas del cuaderno y las hojas del almendro, conjugando así -de paso- la cultura y la naturaleza, el ser humano y la tierra por él poblada. Sobre hojas blancas del cuaderno caen esas flores del almendro, también blancas o ligeramente rosadas, así como los versos también van posándose sobre el papel.
Para terminar, cito el comienzo del primer
haiku de
María:
"En un instante /cambia de forma el fuego..."
Gran parte del efecto del
haiku está en esa valoración del instante como algo irrepetible.
***
Hay tantos
"aware" o 'motivos de asombro' en esta obra
"Bambú", que harían inabarcable la tarea de mencionarlos. Quedan ahí para la persona curiosa que abre el libro, y lo lee con afán de descubrirlos: tú, en este caso.
Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala. Universidad de Sevilla.
http://www.noticiasdenavarra.com/2015/05/17/ocio-y-cultura/cultura/cuatro-poetas-navarros-publican-el-libro-bambu-100-haikus
http://www.diariodenavarra.es/noticias/mas_actualidad/cultura/2015/05/17/cuatro_poetas_navarros_publican_libro_bambu_100_haikus_231873_1034.html
http://paseos.net/phpbb3/viewtopic.php?f=42&t=14293