HAIKUS DE MIRTA GILI (Argentina)
HAIKU EN CASTELLANO ESCRITO POR MUJERES
-Mirta B. Gili
No creo que haya inspiración al escribir un haiku porque entiendo que no proviene de ello, sólo soy una espectadora de los hechos que me rodean. Trato de estar “atenta”, cosa que no siempre se logra, cuando los problemas invaden tu mente y solo transitas por la vida sin mirarla,
“sin vivirla”.
Cualquier cosa, cualquier hecho puede ser disparador para escribir lo observado, lo difícil es lograr que ello sea bello, sorprendente, que, aunque se trate de un hecho habitual deje al descubierto algo que pasó desapercibido.
Me enamoré de esta poesía, quizás porque se presentaba ante mí como algo breve, pero intenso, real, sencillo, transparente. Y desde entonces no la abandoné.
Me agrada el haiku que tiene consigo profundidad, una visión inteligente de lo cotidiano, no solo la descripción de lo observado.
Llevo en el mundo de la poesía escasos meses. La mayor parte de mis años los transité por el mundo de las ciencias exactas, tan frías, precisas, con poco uso de las letras y ningún vuelo literario.
Pero llega a mi vida “el haiku”, tan breve y sencillo como mi mundo, tan pequeñito pero valioso igual que mi vida y me deslumbra.
Se me hace una cuesta empinada, pero con unas ganas inagotables de abordarla, de seguir avanzando, de jamás pensar que he llegado a la cima, de querer saber, de ver más allá...
A mis haikus aún les transmito ese mundo frío al cual estoy acostumbrada y de allí mi opinión de que la sensibilidad no depende del sexo. En muy pocas ocasiones he logrado trasladar al haiku una breve dosis de sensibilidad. El camino recién comienza y con el andar todo cambia.
Creo que todos deseamos hallar nuestro propio estilo. Estoy transitando la senda, aspiro a mejorar cada día ya que, si bien escribo porque me hace feliz, busco la sonrisa, la felicidad en
quien me lee.
entre bocinas,
una mancha de aceite
espeja el cielo
un viaje en auto –
huele distinto el aire
en cada barrio
entre adoquines
arde un cigarro con rouge,
mientras el auto...
escribo un haiku –
aplastada en la hoja
una polilla
CONCURSO EN JAPON - 2º PREMIO(秀逸)
2º PREMIO(秀逸), MENCIÓN ESPECIAL Sr. FERNANDO PLATERO
(フェルナンド・プラテーロによるスペシャル・メンション)
Mirta Gili(ミルタ・ヒリ)
Buenos Aires, Argentina (ブエノスアイレス、アルゼンチン)
(以上 俳句の和訳は川崎城春)
atardece -
boquean entre pétalos
las carpas del templo...
寺の午後花の間に鯉の口
(※フェルナンド氏のコメントが入ります)
Podemos ver con claridad una escena cotidiana en cualquier templo: el sol cayendo y las carpas nadando tranquilamente, boqueando en busca de su alimento entre los pétalos que han caído de los sakuras que bordean el estanque.
Ajenas a todo, las humildes carpas cumplen con su naturaleza, ajenas a la belleza del atardecer, a los pétalos que las cubren y al sagrado templo en el que habitan. El haiku cobra fuerza con la expresión del contraste entre la sencillez de la carpa y la inefable belleza del atardecer en el templo.
¡Un haiku que merecería ser dibujado!
-FERNANDO PLATERO
07 May 2010, 17:27
PASEOS:NET
Un canto en vuelo.
El ocaso del sol
bajo las alas
-Mirta Gili
MIRTA GILI, HAIJIN SAN NICOLÁS, BUENOS AIRES, ARGENTINA (GENERACIÓN 2000-2012)
comienza el día,
la lluvia suave
alarga el charco...
sin huellas la nieve,
algunas hojas secas
cruzan el puente
trinos al alba,
vuela hasta el charco
la última hoja
calle sin luna,
el rumor de las hojas
arriba y abajo
juegos de niños,
bajo los mismos zapatos
hojas de otro otoño
semillas del fresno...
en vaivén
el brillo de la luna
tarde de otoño,
esquivando a los niños
la mariposa
huele a claveles...,
una mosca vuela
en la cara del muerto
bajo las tipas...
el abuelo matea
soplando pétalos
alba de primavera -
entre las flores muertas
tejió la araña
tenue sol...
podan
el lugar de los trinos
patio de luz,
al alba sube y baja
el chillar de golondrinas
voces que ya no oiré...
un viento helado
atraviesa los frutos del arce
lluvia nocturna,
los pétalos blanquean
el tronco del cerezo
bajo la parra...
mi abuela recoge
la araña que cae
desvainando arvejas
junto a mi madre;
el gallo canta también...
primeros brotes...,
algo planea la abuela
en otro idioma
se fueron las nubes,
tan estrellado el cielo
esta noche triste
última noche...,
(por calles que no volví...)
copos en el aire
totoral,
se agrandan sobre el agua
los ojos del ternero
vendedor de verduras,
hasta el último día
sus uñas negras
la abuela al sol...
gira con sus dedos
una hoja de otoño
campo de colza,
no han vuelto a tocar uno
mis manos viejas
otra ráfaga,
mi sombra se mezcla
con la del ciprés
risas en el agua,
en el cuenco de rocas
los renacuajos...
la libélula posada
se va,
con otro nombre la tierra
cruzando el arroyo
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aire de tormenta,
por la corteza áspera
cae el roció