HOMENAJE A MI PERRITA BONI
QUE DESPUÉS DE MÁS DE DIECISÉIS AÑOS,
NOS HA DEJADO.
Foto de Mercedes Pérez Kotori
La caseta de Boni
Estos haikus han sido escritos a lo largo de estos años y tienen como "protagonista" a Boni,
mi querida perrita que durante muchos años , dieciseis, ha formado parte de esta familia.
Con ella se va algo muy importante.
Un ejemplo de amor incondicional, de coraje y de amistad.
Se ha ido tranquila, durmiendo en plena tormenta a las que nunca tuvo miedo.
Para siempre en nuestros corazones.
la perra ciega
ladra a los cuervos...
viento de atardecer
*
caminar al paso
de la perra ciega;
se embravece el río
*
amanece nevado;
también a los perros
se les nota alegres
*
se ha hecho de noche...
en el lomo de los perros
cuaja la nieve
*
gruñe en sueños
la perra ciega...
luna menguante de marzo
*
se ha hecho hielo
la nieve de otoño
en el pelo de mi perra
*
un nido entretejido
con pelo de mi perra;
húmeda hojarasca
***
Gracias a tod@s mis amig@s por comprender mis sentimientos hacia Boni .
Este mundo es muy raro.
Se me hace duro y cuesta arriba comprender la arrogancia y la soberbia de los humanos que nos creemos superiores a los demás seres.
Decía hace poco el Ministro del Interior, Fernandez Díaz que no dudaba que los perros habían sido creados para el hombre.
¿Se puede ser más soberbio?
¿El mundo y sus criaturas al servicio de los seres humanos?
Más quisieran muchos humanos haber tenido la sabiduría, el saber estar, la alegría y el amor incondicional que Boni ha demostrado en estos años vividos. Nos queda mucho por aprender, mucho por andar, mucho por respetar y no sé si estaremos a tiempo de enmendar el desastre de conceptos tan arraigados. Erradicar esa superioridad que nos hace creernos co-creadores y co- destructores para llegar al respeto armonioso de lo que formamos parte, sería un loable fin. Pero si miramos alrededor y vemos como el ser humano se ha convertido en la peor de las plagas bíblicas, parece una utopía creer en el hombre bueno.
Está claro que en esa dualidad parece moverse este mundo.
Estoy muy triste por la muerte de Boni. Nos acostumbramos a las presencias volviéndolas cotidianidad y sólo cuando la realidad nos enfrenta a la ausencia, caemos en la cuenta de lo que significó en nuestra vida, la vida de otro ser. De pronto lo que hiciste bien, mal o regular pasa por tu corazón a la velocidad del rayo.
En algún lugar recóndito de la memoria se quedan almacenados hechos sin aparente importancia y de pronto aparecen como de la nada y te llevan a un viaje vertiginoso que revuelve demasiado con tanta curva, tanto subir y bajar en el sutil mundo de las emociones.
Para bien o para mal… Da lo mismo. No sé que sostiene la vida.
No sé que es el cuerpo sin la energía que lo alimenta.
No sé dónde va a parar el ser que no era sólo cuerpo,
pelo, huesos, piel, olor, carácter, mirada más allá de sus ojos.
No lo sé.
Publicado por MERCEDES PÉREZ "KOTORI"
Fuente:
http://elreflejodeuzume.blogspot.com.es/