martes, 30 de octubre de 2012

José Luis Parra - In Memoriam





“Qué verde y fresco,
como recién creado, 
gotea el mundo”.

*


“Croan las ranas. 
No se acaba la infancia 
cerca del río”. 

*


Plaf. Noche y día 
un dios niño matando
ranas y hombres.

*

Olor a légamo,
el viento zarandea
ropa tendida.

*

Rompe la frágil
hierba la losa firme
del pavimento.

*

Pétalo a pétalo
voy libando la flor

de la alcachofa.

*
En su honda noche,
el olor de la fruta
alumbra al ciego.

*

Cuánto daría 
por tener aquí aquel brasero
de mi infancia

*

Voy para viejo.
Ya no hay mayor hazaña
que la alegría.

*

Rompe la frágil
hierba la losa firme

del pavimento.

-José Luís Parra 
( 1944- 2012)





Aunque madrileño de nacimiento, José Luis Parra (1944-2012) vivió la mayor parte de su vida en Valencia, excepto unos años en los que residió en Murcia, donde trabajó en una compañía de seguros.
Concluida su vida laboral, Parra se dedicó casi exclusivamente a la poesía, frecuentando ambientes literarios de Valencia, concretamente la Cervecería Madrid y el Café Malvarrosa.

En 1989 obtuvo el Accésit del I Premio Vila de Mislata con su libro Más lisonjero me vi, que apareció incluido en un volumen que recogía las obras premiadas. 

Pero fue en la editorial “Edicions de la guerra & Café Malvarrosa”, gestionada por Toni Moll y 
Vicent Berenguer, donde publicó sus primeros libros en solitario: 
Un hacha para el hielo (1994), 
Del otro lado de la cumbre (1996) y La pérdida del reino (1997). 
El resto de sus obras fueron publicadas posteriormente por las editoriales Pre-Textos (Valencia) y Renacimiento (Sevilla).

Sus poemas han aparecido también en revistas literarias, como Turia (Teruel), 
Papel Elefante (Valencia), 
La siesta del lobo (Albacete), 
Ultramar (Santander) 
y en páginas digitales, como El Rincón del Haiku.

Una selección de su obra figura en dos antologías: 

Caldo de piedra (2001) 
y Cimas y abismos (2012), ambas en la editorial Renacimiento (Sevilla).

Sobre su último libro, opina el crítico literario José Luis García Martín: 

“La muerte del autor, a los pocos días de aparecer su libro, le añade un tinte de patetismo que no siempre le beneficia. 
Inclinándome, de José Luis Parra, no necesita ese subrayado. 
Es una de las obras más escuetamente conmovedoras de la poesía española de los últimos años.”







                                                                          



La muerte del autor, a los pocos días de aparecer su libro, 
le añade un tinte de patetismo que no siempre le beneficia. 
"Inclinándome", de José Luis Parra,
no necesita ese subrayado. 
Es una de las obras más escuetamente conmovedoras de la poesía española de los últimos años. 
Muchos de sus poemas, escritos en la lengua de todos los días, 
sin ninguna concesión al verbalismo ni al preciosismo, nos cortan el aliento.






José Luis Parra  

Fotografía de Susana Benet
cedida por JL Vicent
Gracias
                                                      



Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Luis_Parra


      

viernes, 26 de octubre de 2012

Leticia Sicilia - Hadaverde


Leticia Sicilia Saavedra (Las Palmas de Gran Canarias, España)
Maestra de enseñanza primaria,  vive en Las Palmas de Gran Canaria.
Gran admiradora de la cultura oriental, su encuentro con el haiku se produce hace unos cuatro años. Desde entonces se dedica al estudio y a la práctica de éste.



Mercadillo
junto a la fruta fresca
el niño duerme.

*

Bajo la lluvia,

el silencio del mirlo
en el parterre.

*

Tarde de invierno,

el olor de la ropa
recién planchada.

*

Tendiendo ropa,

las primeras estrellas
entre las pinzas.

*

Cae el relente,

en el suelo del patio
la luna llena.

*

Almendro en flor,

el camino se pierde
entre la niebla.

*

La araña inmóvil

en medio de los hilos
la luna llena.

*

El viejo al niño:

antes, desde aquí,
veía el mar.

*

Bruma en el monte,

las esquilas del ganado
ladera arriba.

*

Atardecer,

enrojecen las puntas
de las espigas.

*


Siembra de otoño,
se agitan las mangas
del espantapájaros.

*

Tarde nublada,
la blancura de una ola
rompiendo en la orilla.

*

Regreso a casa,
en la mano un tallito
de hinojo en flor.

*

Humea el café,
esa última estrella
antes del alba.

*

Entre las peñas
el balido de un baifo
al resbalar.

*

Patio vacío,
en el suelo las manchas
de las macetas.

*

Luna nueva,
el olor de este mar
embravecido.





Leticia Sicilia Saavedra - Hadaverde



Ganadora del primer premio compartido en el I concurso internacional de cuba
"El vuelo del Samandar"



http://brotesdehaiku.blogspot.com.es/





jueves, 18 de octubre de 2012

José Julio Sastre - Unsui


Apenas olas.
Por las rocas un niño
con un salabre


Sol de la tarde.
En las ramas de pino
También las sombras


Una ola rompe.
Del castillo de arena
sólo el recuerdo



También este año
Ante la vieja puerta
¡Dientes de león!


Olas rompientes
Sobre la espuma el planeo
De las gaviotas


Olas rompientes
Su ímpetu convertido
En espuma


Noche de Octubre
Ajeno al calendario
un grillo canta


No sólo moscas
En la tela de araña
gotas de lluvia



Luna creciente
El don diego de noche
aún huele más


                                                                    Tarde de Agosto
Tan solo las cigarras
Siguen despiertas


Unsui




José Julio Sastre - Unsui






Juan Carlos Durilén (Córdoba-Argentina)


Juan Carlos Durilén nace en el sur de la provincia de Córdoba, en Camilo Aldao (Argentina).
Su inquietud literaria y sus poemas ven la luz en Chanar Ladeado (Santa Fe)donde completa sus estudios de secundaria.
En 1963 se radica definitivamente en Córdoba, ingresando a la Escuela de Letras de la U.N.C. y en 1966  es seleccionado con dos poemas en la "Antología de Poetas de Córdoba" publicada por Ediciones Grossi.
En 1967 aparece su primer volumen de poemas "De mis Vigilias", bajo el sello del Fondo Editorial de Córdoba, de la Sociedad Argentina de Escritores (S.A.D.E.).
Colabora en plaquetas y poemas sueltos en diferentes publicaciones y participa en algunos certámenes literarios, obteniendo el 3º Premio Nacional de Poesía en San Rafael (Mendoza) con su poema " Bramó su Entraña", con motivo del terremoto de Caudete (San Juan) de 1077.
Como corrector de textos integra en los años 80 el staff de la ya desaparecida revista "El Quid", donde también se editan algunos de sus trabajos y como corrector y asesor en el uso del idioma en  publicaciones recientes. Actualmente está a cargo de  la Coordinación de la Acción Social y Cultura de B&M donde desarrolla sus actividades habituales.
Fundador del "Grupo Córdoba Haiku" nacido el 1º de agosto del 2009, con el propósito de profundizar y difundir el Haiku, por su belleza, brevedad, sencillez y espíritu universal.
Hoy día están vigentes y expandiendo el arte del Haiku con los eventos y demás convocatorias tal como la Feria del Libro.



Haikus de Juan Carlos Durilén


Bebe un gorrión.
En la pared umbrosa,
ondas de luz.

*

Cielo estrellado.
La casa abandonada
huele a jazmín.

*

Despunta el día.
Solo el roce apagado 
de las sandalias.

*

Sobre el silencio
de las hojas caídas
llueve otra vez.

*

          Tras el candado,          
el yuyal del jardín 
con mariposas.

*

En el embalse
las luces de la costa
y las estrellas.

  *

Noche estival.
En medio del silencio
cae una fruta.

 *

Día de lluvia.
Las hamacas vacías
sobre los charcos.

  *

El malezal
doblado por el viento.
Domingo a solas…

*

Agua estancada,
el sol entre las hojas
ennegrecidas.

*

         Noche templada.          
En la magnolia abierta 
toda la luna.

*

Pasa otra nube.
La sombra de la higuera
desaparece.

*

Hogar de ancianos.
Miradas al camino
cubierto de hojas.

*

Humea el té.
Bullicio de gorriones
al irse el día.

*

Casa sin techo.
En las paredes quedan
trazos de tiza.

*

Cielo estival.
Por el valle y las sierras
sombras de paso.

*

Sol de la tarde.
El rostro de una anciana
tras el cristal.

*

Últimas gotas.
Una estrella entre nubes
que se deshacen.


  Primavera 2012   

                                                     


    Sr. Juan Carlos Durilén (Córdoba-Argentina) 


*** 


Breve selección de haikus de otoño
(Para mi querida amiga Xaro-La)
Juan Carlos Durilén
(Octubre 2014)  



Sol otoñal.
Las manitas de un niño
hacia las hojas...

*

Día de lluvia.
Las hamacas vacías
sobre los charcos.

*

Hojas resecas.
Un ruido de papel
se lleva el viento.

*

Vieja arboleda
calva por el otoño.
Ya todo es cielo.

*

Sol de la tarde.
El rostro de una anciana
tras el cristal.

*

Cesó la lluvia.
Inmóvil la hojarasca
en las aceras.

*

Ya nadie habita
la casa abandonada.
Sólo el otoño...

*

En la hojarasca
yace un pájaro yerto.
Más frío el aire...

*

Rachas de abril:
más hojas en la acera
recién barrida.

*

Brisa de otoño.
Las hojas al caer
tocan su sombra.

*

Calle de otoño.
Vieja fotografía
de cal y sepia.

*

Noche de mayo.
Sobre las hojas secas
un perro duerme.

*

Lluvia de otoño:
las hojas ya no crujen
bajo mis pies.

*

Aires de marzo.
Las hojas del verano
empalidecen.

*

Sobre el silencio
de las hojas caídas
llueve otra vez.

*

Viento del norte:
revuelo de hojas secas
y de gorriones.


Juan Carlos Durilén
Córdoba (Argentina), Octubre 2014




Haiku-Foto de Juan Carlos Durilén


***



 Dedicado al haiku desde el 2001, dejé atrás una época en que escribía otro tipo de poesía. 
Hay un poema de aquel entonces que marcó un momento que dejó profundas huellas en mí, y que no está en mi libro "Fugacidades". Lo titulé "Ya no puedo".

          Hace algo más de tres años trabé amistad con una profesional de la voz, Beatriz Salas, radicada en Sevilla. Se interesó por el haiku y así entablamos contacto. Tiene  un blog 
“A mi manera” donde reprodujo un sinnúmero de poemas de diferentes autores ¡y los grababa!.

          Pues bien, en su momento me pidió si tenía algún poema para ser grabado y le envié éste que te cuento. Lamentablemente, después de un tiempo perdí contacto con ella; tuvo algunos problemas personales y para colmo perdió la mayoría de esos registros por una falla importante que tuvo su computadora. Al parecer, parte de ellos pudo recuperarlos.

          Ahora, buscando otro asunto en Internet, me encuentro con esa grabación en su voz, con su particular tono andaluz. Y esta es la sorpresa: te dejo aquí el link para que cuando puedas escuches ese poema en la versión de Beatriz:

 http://en.goear.com/listen/3649ae3/juan-carlos-durilen-ya-no-puedo-beatriz-salas

Aprovecho para dejarte también el antiguo link a su blog “A mi manera”; allí encontrarás el texto del poema que esta amiga tuvo la gentileza de publicar, por si deseas leerlo.

http://beatrizsalas10.blogspot.com.ar/2011/09/juan-carlos-durilen-ya-no-puedo.html   

   


"Ya no puedo"
                                                      
                                               
                   
Ya no puedo encenderte, como entonces.
Ya no puedo.

Las amapolas de tu río
yacen exánimes en su cauce
y la penumbra temprana que estrenó sus nieblas
se ha bebido tus soles.

Un verano, ausente en su verano,
extraviado en tu abandono,
dejó sus mariposas olvidadas
y un gastado aroma de verdes revenidos
en fuga por tu piel.

Estoica mansedumbre de arenas intactas
guardando la tibieza
crepuscular.

Los pájaros dormidos
bajo las frondas oscuras
y un demorado suspenso
de un taciturno jamás.

Ronda la mañana tus carnes de luna;
un sueño amortajado
va camino del día,
y en tus ojos la noche
que perdió sus estrellas,
en tus labios la mueca borrosa de la nada
y en los míos el beso
de nuestra soledad.


Juan Carlos Durilén


Córdoba (Argentina), allá lejos y hace tiempo…



Respiro la noche profundamente,
deliciosamente.
Su oscuridad me inunda.
Cerrando los ojos
mis más extrañas constelaciones
despliegan su abanico,
sus códigos luminosos,
su enigma.
Soy una pequeña porción del universo
contemplándose




                                                     http://hojas-de-haiku.blogspot.com/
                                                     http://convozdehaiku.blogspot.com.ar/ 





jueves, 11 de octubre de 2012

Diferencia entre Haiku y Senryû




El Senryu cuyo nombre viene dado por el de un poeta,  Karai Hachiemon (1718-1790), que usó el pseudónimo de Senryu y que se especializó en ese tipo de poesía
Es aquel "Haiku" que versa sobre temas humanos.

El Haiku en cambio se caracteriza fundamentalmente por su relación íntima con la naturaleza y sus aconteceres llevando siempre (o casi) una palabra de estación (kigo).

Momiji

.....

Un énfasis en el aspecto humorístico lleva al Senryu;
Un énfasis en el aspecto poético lleva al Haiku.



Karai Hachiemon (1718-1790) El padre del Senryû




"El apogeo del senryu es el siglo XVIII, verso humorístico introducido por Karai Hachiemon (1718-1790), que usó el pseudónimo de Senryu.
El senryu se amolda a la pauta formal del haiku, pero sus versos son más cínicos y menos refinados que los del haiku.
Les falta el elemento religioso que en el haiku llega a todas las cosas hermanándolas.

El senryu es como una secuela del feo realismo, que tiende a señalar la discordancia de los objetos o las situaciones.
En ocasiones resulta dificil definir una poesía como haiku o como senryu, pues todo depende del punto de vista.
Un énfasis en el aspecto humorístico lleva al senryu; un énfasis en el aspecto poético lleva al haiku."

" EL Haiku Japonés "

Fernando Rodríguez Izquierdo
Poesía Hiperión.

Taneda Santokâ - Haikus Inmortales




hoy he comido, 
y satisfecho, sólo, 
depongo los palillos


por más que las cruzo, 
por más que las cruzo, 
montañas verdes 


con el rumor 
que lleva el arroyuelo, 
bajo mi aldea 


al pie del monte 
y en línea al sol caliente, 
varios sepulcros 


sin hablar todo el día, 
y al dirigirme al mar, 
subía la marea 


un cuervo grazna, 
yo también estoy sólo 


empapada del todo, 
ésta es la piedra de hito del 
camino 


la nieve en medio 
de la vida y la muerte 
cae por siempre 


orondos y boyantes 
saboreamos el agua 


cae un chubasco 
no estoy  muerto aún 

esto no tiene remedio 
estoy andando 


con la llovizna 
que soltó aquella nube 
estoy mojado 


las yerbas que piso 
en mi vagabundeo, 
todas se secan 


" HAIKUS INMORTALES " 

(Traducc. de Antonio Cabezas
Poesía Hiperión. 

Yamagushi Sishi (1901 - 1994)



Atrapando luciérnagas,
los dedos del niño
se han tiznado de verde.

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La cigarra cesa de cantar
y su voz continua
llenando los cielos.

(Traducc. de Vicente Haya)

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De pie en un cruce. 
Y en todas direcciones, 
tarde de otoño.

(Traducc. de Antonio Cabezas) 

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La gran nevada
Los setos del templo Zen
comienzan a ceder

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En el prado en verano,
la rueda de la locomotora
al llegar se detiene
-

En la hierba del verano
las ruedas de la carreta
se inmovilizaron.



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Marea de primavera.
En todo mi cuerpo
la sirena del barco.

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Ninguna huella en la corriente
donde nadé
con aquella mujer.

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En el sumergir
y beber del cangrejo
¡Emocionante!

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El hilo del volantin
se pierde en el cielo
y en el dedo se ve.

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El espiral de la concha
poco a poco avanza.
El caracol.

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La luz de la luna
congelada en el aire
queda.

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La flor se marchita
hasta en los ojos
de la mantis religiosa.

*******


El punto final
del caracol
al centro de la concha

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miércoles, 3 de octubre de 2012

Tachibana Hokushi (1665-1718)




Los arrozales
los vendí y no me dejan
dormir las ranas!

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El sonido del río…
La puerta donde florece la rosa de Sharon
aún no está abierta.

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Escribo, borro, reescribo,
Borro otra vez, y entonces
Florece una amapola.

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Las peonías se marchitaron
y partimos
sin pesar.

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Los paraguas.
Cuántos pasaron
por esta noche de nieve.

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Suspender la luna en el pino
y descolgarla
para mejor contemplar.

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Ranas cantoras
¡Cómo ayudándose
con sus gritos!

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De pie
entregando el espíritu
el espantapájaros.

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El sonido de la campana quebrada
También es cálido
Como la luna en verano